lunes, 14 de diciembre de 2015

18 month ago.

¡Saludos generales!
Mucho a llovido en las sangrientas tierras de Inmoren. Un año y medio desde que me introduje en la vorágine de Warmachine, con el tiempo descubrí que también era Hordes, para acabar siendo WarmaHordes.
Este artículo es un paseo por mi divagar por el mundo WaHo. Si lo que me encandiló hace 18 meses es válido para ahora y en que estado me encuentro respecto a este juego. En definitiva si a valido la pena las horas de pintado, lectura y dinero gastado en este juego.

Misterio, intriga,
dolor de barriga.

Las minis

El verano del 2014 queda lejos cuando un frikifan como yo tiene el hype subido. había decidido cambiar de tercio, volver a mis orígenes fantásticos y dejar un poco de lado mis singladuras miniaturiles de la antigüedad. Fue amor a primera vista, por su equilibrio a partes iguales de tosquedad y garrulismo, sí sagaz lector no había nada de sutil simetría en esos dos conceptos; pues no, y por eso me encantó. Encontré maravilloso ese patetismo en las piernitas de los jacks sustentando aquellos torsos imposibles ¡Pero no es evidente que un robot así no podría dar ni un paso! ¡SÍ! ¿Y QUÉ? Quería garrulismo y lo quería en grandes dosis.
De pronto topé con mi primer contratiempo ¡La leche! ¡Que precios! Yo, adalid de los antifans de la política GW, me estaba metiendo de lleno en las manos de una compañía tanto o más agresiva en su política de precios, y encima su acrónimo me recordaba sobremanera a cierta marca política de divisa azul que nunca se a llevado mis simpatías de votante.
Por suerte sorteé el problema mediante la paciencia y las ofertas. Sí compañeros las hay y muy suculentas solo hay que ser pacientes Warmachine no es un juego para timoratos. Así que con perseverancia y piernas cada vez que sonaba la flauta de una oferta corría en pos de mi pieza. con lo que en este tiempo transcurrido he logrado este ejército:

Mi colossito Conquest un amor que a día de hoy no a sido jugado ;(

Este es mi flamante ejército Khador 18 meses después

 
No solo de Warmachine vive el hombre, Aquí mi segunda facción: La horda de Everblight.

Conclusión de mi relación con las minis: ON FIRE!.

Así que sigo igual de hypeado que en mis tiernos inicios.

 

LAS REGLAS

Bueno, hemos visto como mi relación con la parte tangible del asunto está ON FIRE! (repito el concepto por si no quedó claro) Por lo que paso a narrar mi escabrosa, truculenta y siempre complicada relación con el reglamento. Lo mío con los reglamentos en general viene de lejos les tengo manía a todos per se, es la rémora que acompaña a este hobby que tanto amo, pero no divago más del tema.
Primer escollo, estaba en la lengua negra de Mordor, y pese a que se oían rumores de que una pronta traducción haría aparición, de momento la cuestión no daba ni da señales de moverse. Lo cual me hizo ponerme con ahínco y férrea resolución con las reglas. ¿En inglés? No, conseguí el manual traducido y pude proseguir con mi introducción el farragoso mundo semi leguleyo de las reglas.

Canto de trompetas, los ángeles descienden y un haz de luz me ilumina desde lo alto. Ni que yo lo hubiese diseñado, el juego es simple hasta lo absurdo ¿Será la tierra lúdica prometida en las sagradas escrituras? La respuesta fue un rotundo NO (Se apaga la luz divina y el último ángel se marcha mirando su smartphone).

Solo hay que pasearse por un torneo en Infernal Forge o Plan B para darse cuenta que (aunque las reglas son sencillas) las capacidades, reglas especiales y atributos de las armas permiten combos de aspecto sucio; lo llaman sinergias de juego yo lo llamo combos overs peta listas. Eso lo descubrí relativamente pronto...más o menos al acabar mi primera partida.
Como seguí: ¿Por orgullo, por ignorante, por el tiempo dedicado, por lo que me molaban las minis?
Las respuestas fueron y son sencillas: Sí, supongo, también y mucho.

La clave estribaba en si era posible jugar sin necesidad de ser competitivo (si quisiese ser competitivo jugaría al póquer) la respuesta también fue y es un rotundo SÍ.

Y he aquí una cosa que me mola de este juego la capacidad de over no depende de tú intrínseca malevolencia, sino de tu conocimiento de tus tropas (y no menos importante) de las del otro. AAAH AMIGO!! Así que era eso. Es aquí donde me queda un larguísimo camino por recorrer en los campos de batalla, no hay otra manera. O te aprendes las tropas, casters/locks, solos, jacks, hechizos y todo lo demás o tus posibilidades de victoria se reducen exponencialmente. La ecuación es sencilla:

+Partidas Vs +jugadores(listas)=+Posibilidades de victoria (si no por lo menos una derrota honrosa)*

Este problema matemático presenta un escollo harto complejo para mí; ya que juego menos que un friki al parchís. Un handicap que tienen difícil solución pero que en la medida de mis posibilidades le estoy intentando poner remedio con irregular fortuna.

Conclusión de mi relación con las reglas: CORRECTA.

Lo que sería un aprobado justillo.

 

LA COMUNIDAD

Y aquí hice un borrón y cuenta nueva. NADIE de mi entorno jugaba a WarmaHo, en absoluto había padecido bulling freak ni nada por el estilo; simplemente resultaba que mi grupo habitual seguía (y sigue) anquilosado en el cuadragésimo milenio (con esporádicos combates entre cazas de StarWars) y decidí saltar de dimensión. Cierto es que la lógica freak dictamina que para ahorrar tiempo, dinero y para mantener alto el hype es indicado buscar a un grupúsculo que se anime a la par que un servidor. Pero ese no fue mi caso entre por la tienda de turno y pim, pam, pum, bocadillo de atún. Me encontré con un buen puñado de minis de Warmachine.
Que listo Anquises tienes juego pero no tienes con quien jugar. Me enfrente valeroso** a dos posibilidades o empezaba a hacer de comercial de Privateer Press o buscaba gente por otros lares. No dudeis cual fue mi decisión ¡Ale a conocer gente! Todas las buenas tiendas de BCN y andurriales tienen torneillos y quedadas fue cuestión de tiempo encontrarme con los del RECS de Gavà con los cuales comparto este blog, chat de whatsapp y ganas de repartir mamporros en Inmoren.
A día de hoy sin hacer de comercial (tarea que dejo a los profesionales que para eso cobran) se ha liado un compañero de mi grupo habitual del CROM lo cual significa que la mancha de chapapote warmachinero se extiende también por mi entorno más cercano.
¡Ah! A todas estas por A o por B no he podido asistir a ningún torneo/quedada, tampoco es que me quite el sueño pero es una experiencia que no descarto en absoluto y queda en la recámara.

Conclusión de mi relación con la comunidad: EXCELENTE.

Pese algún energúmeno hiperventilado que los hay en cualquier ámbito de la vida, el 99% son gente majísima.

 

CONCLUSIÓN

La conclusión es sencilla sigo con WarmaHo ampliando, aprendiendo y disfrutando.


* Cualquier parecido con una ecuación matemática es pura coincidencia. Que se note que soy de letras.

**No hay que dejar que la realidad estropee una historia. Enfrentarse de forma épica o valerosa a lo que sea tiene mucho más encanto.



        

3 comentarios:

  1. La envidia me corroe...maldito Anquises su sexualidad miniaturil....

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  2. Yo he jugado desde 2007-2008 a Warmachine y tengo mi ejército de Khador, poco a poco pintandose y jugando algunas partidas ocasionales, pero nunca he dejado de pasarlo bien sobre la mesa. Es un juego que da mucho de si. Ultimamente hemos estado jugando sólo con casters y warjacks, otra forma de enfocar el juego, distinta y muy divertida y que evita muchos combos y hace que algunos casters que se ven poco sean los reyes de la mesa de juego.

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  3. Que razón tienes Héctor. Nosotros nos planteamos hacer partidas de ese estilo caster+jack Vs caster+jack y darles continuidad de campaña.

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